Introducción:
Comunicar un despido no es una tarea fácil y más aún, si eres
consciente del despido de colaboradores que han realizado un
trabajo adecuado en la empresa. Realizar un despido es un proceso
muy complejo que suele afectar al desvinculado de manera
emocional, o en el mayor de los casos, al jefe. Consiste en una
decisión de no retorno laboral que es realizado con
determinación.
La pérdida de un empleo, siendo una fuente de ingresos y
posiblemente la única con la que el empleado cuente, suele ser muy
traumática, por lo que no se tendría que tomar a la ligera y se
debería contar con una previa preparación antes de realizar dicha
acción.
Desarrollo:
Para intentar disminuir el impacto emocional que tiene el ser
despedido, te traemos una serie de consejos que podrían ayudarte
en el mundo laboral.
Antes del despido; el despido es la manera de darnos cuenta de que un
colaborador está realizando mal sus labores. La empresa debe
preocuparse por realizar un seguimiento de resultados,
haciéndoselos saber a los empleados para que puedan adaptarse al
rendimiento que espera la empresa de ellos. Tener en mente
realizar un despido es el último recurso cuando las medidas
correctas han fallado, cuando la situación económica de la empresa
empeora, entre otros. En cualquiera de estos casos, no podemos
descuidar nuestro capital y debemos comunicarnos activamente para
que sean conscientes de la situación.
¿A qué nos referimos exactamente con esto? Orientar a los
colaboradores para que cumplan con los objetivos mencionados y
proporcionarles la ayuda adecuada en caso de que la necesiten y
así contribuir a la organización de forma eficaz. Si el empleado
es consciente de que no ha logrado cumplir con las expectativas,
el despido no será tan inesperado.
El seguimiento efectivo es estrictamente necesario para que se
pueda corregir el rendimiento individual, grupal o incluso de
conducta en los empleados. De no hacerlo, el despido será un
fracaso nuestro, como gestores.
Efecto Halo; te preguntarás ¿Qué es el efecto Halo? Es sencillo, este efecto
es un sesgo cognitivo que nos lleva a sacar conclusiones sobre
una persona en base a una característica concreta de su
personalidad o a una conducta puntual. Evitemos realizar juicios
de valor de esta índole, pues estaríamos siendo injustos con el
empleado cuyo rendimiento podría ser mejor del que percibimos al
no haber marcado objetivos.
Comunicando el despido; lo más recomendable para este punto, es comunicar un despido
de manera privada, discreta y sobre todo presencial. Si es
posible, solo se deben encontrar máximo dos personas en el
lugar: el empleado y la persona encargada de realizar o
comunicar el despido.
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Ahora, si nos referimos a la persona que debe realizar el
comunicado, con totalidad sería el responsable del departamento o
la persona que esté a cargo directo del empleado, siempre y cuando
cuente con una previa preparación para realizar el comunicado y
cuando no exista un responsable de Recursos Humanos. Lo más
apropiado es que fuese la persona que ha realizado el seguimiento
del rendimiento del empleado a lo largo de su estadía en la
empresa, por la autoridad moral que esto le confiere.
Como se hizo mención anteriormente, este es un momento incómodo e
íntimo, por lo que hay que evitar que terceras personas estén
presentes a la hora de hacer el anuncio o evitar interrupciones
inesperadas. De igual manera, la reunión se puede programar con
algo de tiempo para evitar que todo resulte demasiado repentino y
que el trabajador pueda prepararse de manera emocional y mental
para el encuentro incómodo.
Ahora bien ¿cómo comunicamos el despido?Cada persona
puede sentirse mejor comunicándolo de una manera determinada, pero
generalmente es mejor ser breves, directos y concisos. Si
empezamos explicando todas las cosas que ha hecho mal el empleado,
este se podría poner a la defensiva, argumentando las causas de
cada punto, por lo que en realidad estamos dando la impresión de
que estamos tanteando una decisión que podría tener solución o ser
reversible.
Por consiguiente, si el despido está decidido, no se debería
alargar la agonía; por lo contrario, se debería explicar con
determinación la decisión que tomó la empresa.
El tema a explicar debe ser en torno a datos objetivos y no entrando en cuestiones personales ni otras valoraciones
o actos emocionales. Es un momento duro para ambas personas y debe
serlo, pues al fin y al cabo no deja de ser un despido.
Impacto en el centro de trabajo. El realizar un despido tiene un gran impacto no solo en la
persona afectada, sino en todo su entorno de trabajo.
Por eso, es tan fundamental que todos sepan lo que espera la
empresa de ellos y cómo valoran su trabajo actual. Por otro lado,
los despidos a causa de problemas económicos suelen ser más
dañinos a la moral, pero también, habitúa afectar primero a los
empleados con un rendimiento bajo.
Aun así, en un entorno controlado, el despido debería ser
algo previsible, ya que se proporciona el apoyo y la información
necesaria para que el empleado pueda corregir su conducta.
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